Vol 2. • Act XXIV -24- •「Overgrowth Level」

ACTO XXIV: INICIATIVA DE COMBATE
<Acto número 24, volumen número 2>

Aún no podía terminar de creerse aquella estupidez. ¡¿Por qué estaba allí?! No. Espera. La estupidez era suya por no terminar de unir los hilos de la situación: Claro que estaba allí, ¿en qué otro lugar entrenaría de forma segura sus habilidades? Después de todo, le prometió a “Nozomu” enfrentarle tarde o temprano, a pesar de que no sabía si su sarta de mentiras durante su declaración de guerra con el título de [Rey demonio] había sido efectiva.

Los guardias fueron gritando distintas oraciones como “¡No os mováis!” o “Tirad las espadas y rendíos” mientras un cúmulo de gente procedente de la plaza se arremolinaba poco a poco curiosos al ver la escena que se estaba creando. Si las miradas mataran, Yun habría muerto más de mil veces, no, más de diez mil veces.

Gaemi por su parte, digna como era, frunció el ceño y gritó a pleno pulmón palabras ruidosas.

― ¡¿Aún después de lo que hemos dicho, os atrevéis a alzar vuestras armas contra Hiro-sama y su poderosa ama?! ¡¿Cuán descerebrados son los hum-?!

La frase fue cortada por Yun volviendo a lanzar su furiosa palma en forma vertical sobre la cabeza de la diosa y rápidamente un *ÑII~* salió de la situación. Yun pensaba para sus adentros “¡¿Qué haces revelando información como esa, diosa de los pervertidos?!” mientras se giraba mirando de nuevo a Emi, que se detenía en frente de él con las dos dagas apuntándole de forma directa.

Por su situación, la cabeza del joven empezó a dar vueltas y su atributo de INT dio sus frutos: Por la situación, estaba claro que no era una invitada. Por sus armas y su figura algo pegajosa por el sudor, estaba entrenando y desde luego estaba siendo guiada y escoltada por dos caballeros de aspecto galante.

En sus adentros, Yun maldijo a aquellos dos sujetos.

Gaemi, tras reponerse del golpe, se acarició la cabeza y volvió a su postura digna después de la mueca adorable realizada. A muchos de los caballeros que rodeaban a la pareja casi se les detiene el corazón por el sonido de la joven diosa quejándose con un ligero, débil y dulce *Awawawaw…* -El único que parecía inmune a ese encanto era nuestro aprendiz de Héroe-.

Una tos *Cogh cogh* de la diosa reveló su intención de hablar, las armas bajaron ligeramente pero no lo suficiente para ser considerado como que ya estaban fuera de las miradas penetrantes de los avispados guardianes.

― Ya hemos realizado esta conversación con anterioridad hacia compañeros suyos patrullando en la… Haaa…

Gaemi no estaba familiarizada con la ciudadela y, a pesar de que Yun tampoco, la conocía bastante mejor que ella. Lo que Gaemi pretendía indicar a los guardias era que venían de la puerta Sur, pero se quedó dubitativa ante sus propias palabras. El joven aprendiz de Héroe señaló su espalda con la mano derecha moviendo toda la pesada armadura en su acción.

― ¡Eso es! Venimos de la zona a nuestras espaldas. Él es Hiro-sama y yo, su siempre poderosa, atenta, atractiva, inteligen-

Un carraspeo de Yun lo decía todo. El narcisismo puntual de Gaemi a veces le ponía de mal humor hasta el punto de querer llorar.

― Haaaa~ Sí. Su ama. Así que bajad las armas si no queréis enfrentaros al portador del título [Héroe].

Esa afirmación causó un furor general y varios susurros se alzaron de golpe hasta volverse conversaciones casi audibles. Por su parte, de fondo un grupo de caballeros empezó a salir del cuartel a toda prisa para ver qué estaba sucediendo, entre ellos más caras conocidas: ¡el grupo entero de Caballeros del Legado estaba corriendo a toda prisa hacia la zona del estruendo!

― ¡Pruébalo!

― Seguro que es un engaño, ¡es un asesino!

― ¡A los calabozos con ellos!

Murmullos se volvieron gritos en pocos segundos.

En su corazón, el título de [Héroe] no le quedaba para nada con su forma de ser. Yun era, a menos con sus intereses personales, egoísta y muy puntualmente un caballero. Ya había sentido la expresión de los seres de vida inferiores como los monstruos perder la pálida luz de su existencia bajo su espada y no sintió ni el más mínimo resquicio de remordimientos. Una persona normal, podría haberse mareado o incluso vomitaría solo con la simple idea de matar cualquier tipo de ser.

A pesar de que Yun se disponía a enseñar su [Tarjeta de estado], cuando la invocaba una luz roja salía de la acción y nada pasaba.

― ".....¡¿Estás bromeando?!"

Gaemi se giró mirándole y le dio un golpe con el codo susurrándole "saca ya esa cosa" refiriéndose a la [Tarjeta de estado]. No funcionaba y definitivamente no era porque no lo intentara. A pesar de que lanzó más veces de las que podía recordar [Tarjeta de estado], ahora mismo no aparecía.

Mentalmente podía verla, ¡¿pero no podía hacerla aparecer de forma pública?! El problema era que Gaemi podía comunicarse con él, pero él no con ella debido a que la conexión mental solo funcionaba en una dirección.

Después de la historia que Gaemi había contado, él no podía abrir la boca. Su mente entró en caos y rápidamente hizo gestos para indicar que quería algo para escribir, pero la mala suerte siempre está al lado de nuestro joven aprendiz de [Héroe].

― ¡E-está intentando canalizar algo!

La voz provenía de la joven maga del grupo [Caballeros del Legado]. El malentendido fue el detonante del pequeño disturbio y todos fruncieron el ceño.

Un "¡detenedle!" por parte del líder de escuadrón inició al tumulto que se lanzó agresivamente hacia Yun. "Lamento esto" pensó en su interior y se colocó en posición de batalla. Gaemi, por su parte, chasqueó los dedos y se volvió intangible a los ataques físicos combinándose con una ligera invisibilidad.

― "¡¿Por qué no invocas esa cosa flotante de la otra vez, gran idiota?!"

Yun quería gritarle de mil maneras y zarandearla hasta que estuviera tan mareada como una mezcla. "¡Es tu culpa por esa estúpida historia!" dijo mientras sacaba su gran arma, [Argael]. Aquella espada magnífica que podría acaparar la mirada y las envidias de todo un batallón de nobles y aristócratas incluso también de gente de la misma monarquía.

Pero por alguna razón, el filo del arma se volvió negro por completo al blandirla.

Yun se mentalizó para ver sus habilidades o, por lo menos, una pequeña parte de ellas ya que la lista era ya tan extensa que se perdía entre varias páginas, seleccionó de forma rápida los hechizos que querría utilizar y rezó porque funcionaran o tendría problemas explicando la situación.

Los caballeros que venían por la espalda cargaron en un ataque conjunto y lineal para obligarle a retroceder hacia las fauces de la puerta ahora destrozada y que entrara en el Cuartel, allí ganarían superioridad estratégica y numérica. Cuando Yun vio esto, pateó el suelo con fuerza y sin pronunciar una palabra, utilizó [Pulsación aérea].

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[Pulsación aérea]
<Habilidad de título: Héroe>

Dominas el elemento explosivo del aire, lo que te permite volar a ciertas alturas lanzando explosiones y beneficiándote de la fuerza de la gravedad. Múltiples [Pulsaciones aéreas] no son acumulables.
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Y voló. Yun estaba volando usando la habilidad de [Pulsación aérea] para mantenerse en el aire lanzando esas ondas de aire explosivas en su inferior canalizándolas en la suela de sus pies para mayor maniobrabilidad. Todos sin excepción, incluidos transehúntes que se reunían a las lejanías viendo el combate se frotaban los ojos boquiabiertos.

El joven aprendiz de héroe aprovechó el momento de confusión y empezó a girar en el aire como si fuera al principio un niño jugando. Después la velocidad se incrementó más y más haciéndole parecer más una rueda de carro y, finalmente, tal fue su rapidez que sus ilusiones fugaces se superponían dando la sensación de un tornado.

Chispas de un color azul claro saltaron de su cuerpo y empezaron a rodearle, estas chispas poco a poco se volvieron pequeños rayos y finalmente, aterradores rayos que crecían mientras más giraba. Los rayos, por su parte, solo atacaban a los pies de los caballeros que saltaban hacia atrás con espanto al ver semejante monstruo.

― N-NO ES MOMENTO DE SORPRENDERSE, ¡ATACAD!

Alaya, la joven [Maga escarchada] de [Caballeros del Legado] empezó a castear uno de sus hechizos y, en este caso, era [Campo congelante] para detener sus movimientos. La sorpresa fue que al lanzar el hechizo y dirigirlo hacia él, el tornado de Yun lo devolvió a su atacante con una monstruosa fuerza que casi parecía triplicar la fuerza original.

Alaya se quedó pálida y rápidamente saltó hacia atrás. El [Campo congelante] solo ralentiza al objetivo, pero en este caso, había agujereado el suelo de una forma terrorífica.

― ¡¿R-REFRACCIÓN DE HECHIZOS?!

——————————————————{*}——————————————————
[Refracción de hechizos]
<Habilidad de título: Héroe, Rey Demonio, ????, ????>

Repeles el hechizo lanzado y lo devuelves a tu objetivo si este tiene un nivel inferior. En caso de ser un hechizo de nivel inferior a tus puntos de STR-INT, se añadirá un multiplicador de fuerza al hechizo lanzado.
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Los rayos empezaron a ser cada vez más peligrosos hasta que Yun se detuvo poco a poco. Algo dentro de él le apretaba en el pecho como indicándole que si continuaba habría consecuencias, quizás el título debido a que un [Héroe] es un aliado de la justicia y jamás debería alzar sus armas contra otros aliados al mismo campo.

Todos estaban retrocediendo con armas en mano y, cuando vieron que empezaba a reducir su velocidad, los que tenían alguna arma a distancia empezaron a cargarla. Cuando Yun se detuvo por completo, los virotes volaron de las ballestas hacia el cuerpo del joven aprendiz de Héroe.

*¡Kachiiin!*

Con la mano, detuvo los virotes como si fueran simples insectos cogiéndolos al vuelo y se giró hacia los hombres que los habían lanzado. Sus ojos brillaban a través del casco dando una apariencia poco amigable, se acercó poco a poco a los hombres que poco a poco empezaban a temblar.

Su fino oído captó más virotes, pero por el lado opuesto. Sin vacilación, cogió a [Argael] y lo zarandeó con fuerza hacia la dirección donde venían los disparos de ballesta. A diferencia de la hoja aérea que siempre salía volando hacia la dirección donde atacaba, esta vez la [Hoja aérea] blanca como la nieve y con un aura azul claro se quedó flotando donde mismo había movido la espada. Los proyectiles que tocaban aquella figura blanca en forma de cuchillazo desaparecían sin más como si fueran cortados en tan finos trozos que nadie fuera capaz de verlos.

Repitió el acto varias veces en las otras 2 direcciones y formó un impenetrable escudo con cruces de [Hojas aéreas] en su retaguardia y laterales.

― ?! ¡M-MONSTRUO!

El corazón le dolió. ¿Realmente tenían razón? ¿Se había vuelto un monstruo contra todo pronóstico....? Cuando llegó delante de los caballeros, les tendió la mano con los virotes que interceptó anteriormente devolviéndolos. Yun esperó desde el fondo de su corazón que esto demostrara que no quería hacer daño a nadie, pero lo malentendieron. Otra vez.

― ¿A-a caso q-quiere que nos matemos entre nosotros...?

― No por favor, ¡tengo familia!

― "¡¿SON TODOS IGUAL DE IDIOTAS O DEPENDE DE LA HORA DEL DIA?!" - Pensó Yun ya notablemente irritado.

Por su parte, Gaemi estaba levitando con su [Invisibilidad básica] y la habilidad de [Intangencia física] y miraba, por primera vez, con una amplia sonrisa a Yun.

― "Si tan solo pudieras recordar......" - pensó para sus adentros la diosa mientras no intervenía mirando la escena.

― "¡Esta situación es estúpida la mires como la mires! ¡Dios del cliché deja de atormentarme!"

Poco a poco, las [Hojas aéreas] dejaron de flotar y empezaron a desvanecerse devolviendo la normalidad al improvisado campo de batalla. Yun tiró los virotes al suelo y suspiró con fuerza, cansado de todo. Cuando iba a guardar la espada, de golpe una sombra conocida corrió hacia él con toda la velocidad que podía: Era Emi.

• • •

[EMI]

Llegaba tarde. El entrenamiento se alargó más de lo necesario y tenía que alcanzar los baños lo más rápidamente posible, mi cuerpo aún está pegajoso por el sudor y noto cómo la ropa se pega a mi cuerpo impregnando el hedor del entrenamiento en el conjunto. Mientras camino con prisa, decido pasar por la recepción para preguntar a Moku-san si Leopold-sama vendrá al entrenamiento de más tarde.

Su agilidad a pesar de estar tan lesionado es sorprendente y, aunque no pueda compararse a la mía, me corrigió los fallos de las oberturas en un combate cuerpo a cuerpo, así que decidí aceptar ser su discípula a cambio de colaborar con ellos para encontrar al responsable del accidente en la [Mazmorra Giwa].

Me acerco a Moku con rapidez aún con las ropas de entrenamiento, compuestas de una única toga blanca con un cinturón de tela negra parecido a un Kimono* y unas sandalias de madera para mejorar la resistencia y equilibrio en terrenos difíciles. A pesar de ser una usuaria de [Dagas], me forzaron a aprender el uso de las [Espadas cortas] y de las [Ballestas de bolsillo] que son un tipo pequeño de ballestas situadas en la parte inferior de la muñeca cargadas con dardos paralizantes.

Mi puntería es buena, al fin y al cabo soy de la clase [Asesina] así que no tengo problemas en lanzar dagas a distancias moderadamente largas y acercar a mi objetivo. Si bien no puedo acercar a darle a alguien en el corazón por la distancia, sí sería capaz de golpearle con una daga paralizante y rematar el trabajo por mí misma.

Me acerco corriendo a Moku-san quien parecía estar perdiendo los papeles por no encontrar algo que buscaba en los escritorios de la recepción. La recepción en sí no es muy escandalosa para lo que sería el Cuartel: Después de entrar por el portón de madera, hay en orden dos mesas a izquierda y derecha con cuatro sillas en cada una. Dos pilares de roca se alzan majestuosamente a los bordes de la sala que medirá más o menos 20 metros cuadrados y el suelo hecho de algún tipo de roca fina mantiene bien el calor, por lo que es posible ir sin calzado si te lo propones, aunque no lo recomiendo.

Respecto al escritorio, es un escritorio gigante en forma de C donde en al final de cada punta había una pequeña puerta. Los cristales que conectaban la recepción con el techo estaban creados con una aleación de maná puro refinado al 18%, cristal y polvos de cola de [Escórpidos] así que no había forma de que se rompiera con disturbios, manteniendo protegido su interior hasta en los casos más extremos.

A izquierda y derecha de la recepción habían dos arcos gigantes que daban paso a las alas este y oeste del cuartel, yo vengo del este debido a que por allí se ubica la sala de entrenamiento 8, la que actualmente estaba utilizando.

Moku-san es un ser démico, como yo, así que en cierto punto entiendo cuando ciertos humanos nos miran con ojos de desprecio o lujuriosos, dándome una sensación de absoluto asco. Ella, por desgracia, es una Nekomante, así que no puede esconder su aspecto tanto como yo podría. Sus orejas de gato sobresalían por encima de la cabeza con un pelaje entre gris y blanco. Los bigotes de la cara se tensaban cuando estaba nerviosa y, cuando se relajaba, podía moverlos de arriba a abajo con un *Fuim fuim*.

Su cola estaba situada en la última parte de la espalda, donde conecta con la zona inferior del cuerpo y la movía involuntariamente. A pesar de parecer un obstáculo para el combate, proporcionaba la sensación de agilidad y el sentido de equilibrio único que caracteriza a esta raza. Su vestido informal no cuadraba con su aspecto infantil, sus ojos del mismo color ceniza que su pelo destacaba sobre la madura forma física que dejaba prever. Realmente sería la esposa perfecta en el futuro si fuera algo más organizada.

― Moku-san, ¿qué te pasa?

― ¡Ñaaaaaaaaaaaa! ¡He perdido la hoja de gastos del grupo de Fuji! ¡¡Voy a ser regañada por la líder del cuartel de nuevo-!

Realmente siento pena por ella en ocasiones... Trabajar para esa bruja con grandes pechos.... Parece una tortura de responsabilidad, la verdad. Su traje informal de recepcionista del cuartel se arruga de mil maneras cuando se mueve de aquí para allá.

― No te preocupes... ¿Te ayudaré a buscarla?

Cuando dije eso, sus orejas empezaron a moverse de arriba a abajo y me miró con los ojos abiertos y un "¡¿Lo haráaaaaas?!", cuando me mira así no puedo negarme a nada, maldición.

Moku-san me abrió la puerta y me dejó pasar detrás del escritorio. El caos de papeles era tan enorme que hasta yo, con una percepción muy alta, era imposible de diferenciar qué eran montones de papeles y qué archivos listos para destruir... ¡Moku-san, eres demasiado despreocupada...!

Empezamos a buscar y a mover papeles de aquí para allá, este no es, este tampoco... ¿Este? No, es un informe de gastos sobre los desperfectos públicos por el grupo de animales de la taberna de aquí al lado... ¿Por dónde estará esa condenada hoja? Justo cuando la encuentro, alzo un poco la voz y feliz aviso a Moku-san, la cuál corre para ver si es la que busca o no.

En el momento en que se agacha para ver si es el documento correcto, oímos una gran explosión seguida de un *¡BAAAAAAAAAAAM!*. Abrazo a Moku-san y ruedo por el suelo al notar que algo de grandes dimensiones se dirige hacia aquí rápidamente. Sé que no hay que temer, el cristal detendrá el impacto y no debería suceder nada, pero por reflejo lo hago.

.....El reflejo ha sido algo que jamás olvidaré. Si no llegamos a rodar, ¡habríamos sido aplastadas por eso! Además, si lo veo con detenimiento, eso es... ¡¿EL PORTÓN?! ¡No hay forma de que haya explotado el portón! Cuando veo a Moku-san, la cual recupera la compostura y tose ligeramente, me tranquilizo al ver que está bien. Maldita sea, ¡¿es que no podemos tener días normales?!

Moku-san, a pesar de verse tan frágil es una excelente luchadora a distancia y su velocidad tanto como su puntería con el arco son bien merecidas del sobrenombre [El ojo infalible]. Lamentablemente, esta vez no tiene nada más que una pequeña ballesta encima, tendrá que conformarse con eso.

Nos levantamos al escuchar ruido en las afueras y oímos una voz femenina desconocida. No capté la conversación, pero parece que hay una pareja en la entrada, salimos corriendo hacia allí para dar soporte debido a que parece que la gente está en shock... ¿Serán los responsables? ¡No hay forma de que haya destrozado el portón...! ....¿no?

Hay dos figuras, ahora puedo ver claramente cada una de ellas y reconozco un poco la situación. Espera, esa figura... ¿Me es conocida? Tendré que estar volviéndome completamente loca. Saqué el arma y grité con fuerza para que se me oyera.

― ¡Alto ahí!

Por un momento, el hombre de armadura me mira fijamente. Algo en su mirada me deja un tanto perpleja, es como si me perforara el alma, como si intentara descifrar mi mirada y darme una respuesta en compensación. Tengo la sensación de que no son gente peligrosa, así que hago el ademán de guardar las dos pequeñas dagas de metal templado, pero mis compañeros no parecen dispuestos a pensar lo mismo.

Un guardia le pide que enseñe su [Tarjeta de estado], la verdad es que también quiero ver qué ha pasado y por qué. El hombre de armadura alza la mano para invocar su [Tarjeta de estado], pero no dice nada y una pequeña iluminación roja aparece por pocos segundos, ¿...qué pasa aquí?

El hombre de armadura hace unos gestos desconocidos con la mano, me parece haberlos visto en algún lugar pero no estoy segura, de repente un guardia al grito de "¡está intentando canalizar algo!" nos pone en alerta y desenfundamos nuevamente las armas. Tenía razón, no es momento para ponerse a pensar en qué pasa, ya nos lo explicará cuando esté reducido.

Moku-san levanta su pequeña [Ballesta de bolsillo] y apunta al intruso, la chica que estaba con él ha desaparecido sin dejar rastro, ¡maldita sea! De todas formas, si ellos son los responsables de esto, estoy seguro de que ese hombre de armadura podrá aclarar la situación tan rápido como le capturemos.

El hombre de armadura nos mira mientras saca su espada, parece que realmente habrá un combate. Tan rápido como desenfunda el arma, mi visión vuela sobre aquella hermosísima hoja que danzaba sobre mis ojos... El filo cambió de color ligeramente a negro, pero su aspecto era... No habían suficientes palabras para explicarlo...

Moku-san en voz alta dice algo como "Qué hermoso..." mientras mira el talante del arma y, juraría que habla del caballero también pero mis oídos hacen caso omiso al comentario. Me dispongo a correr, pero de golpe vienen Alaya-chan y Leopold-sama, así que me retengo con armas en mano por si consigue acceder.

― ¿Qué ha pasado, Emi?

Sigue disgustándome que me llame por mi nombre sin más, pero por el momento lo ignoro debido a que le debo mucho respeto por todo lo que ha hecho por mí, miro a ambos en conjunto mientras intento pronunciar palabras entendibles, aún no salía de mi sorpresa.

― Ha, sí, parece que tenemos un objetivo hostil. El portón explotó y salió volando hacia la recepción. Moku-san y yo estábamos dentro pero hemos salido ilesas, estamos bien.

Señalé la ahora recepción destrozada, con una voz aguda Leopold miró hacia el objetivo y nuestras mandíbulas se desencajaron cuando vimos al hombre de armadura... ¡¡¿¿VOLANDO??!!

No, no estoy soñando. Si es así, que baje dios y lo vea.... ¡¿Maldita sea, está volando?! No, no está levitando, ¡¡está volando!! Todos, incluída Alaya-chan que parecía tener afinidad para la magia estamos atónitos.. Sin mediar palabra, empieza a girar poco a poco y empieza a generar un tipo de viento continuo en forma de tornado. No, definitivamente está creando un tornado, ¡un maldito tornado en miniatura! Unas luces hermosas se envuelven con el viento y crean pequeños hilos que rodean de forma fina su figura, después los hilos se vuelven rayos que impactan contra el suelo.

Quiero ir, pero Leopold-sama pone una mano delante de mí y me detiene de ir, parece que podía leer mis intenciones. Dice algo hacia Alaya-chan pero hay tanta conmoción y sonido que es imposible oír lo que dice. Lo que sí logro entender fue un "¡¿R-REFRACCIÓN DE HECHIZOS?!" cuando lanzó su conjuro. ¡Todos rodamos alarmados cuando de golpe, una lanza azul viene disparada a nuestra posición!

Mi ropa aún algo húmeda por el sudor nota el frío del terreno y algunas pequeñas rocas se pegan a la palma de mi mano cuando me levanto, noto como las rocas filosas perforan ligeramente la piel y crean pequeños surcos de sangre. Escuece, pero no tengo tiempo para preocuparme de eso.

El caballero deja de girar por algún motivo, ¿será mi imaginación o se ha detenido después de herirme...? No, imposible, imagino cosas. Moku-san recibe la orden de Leopold-sama para disparar y sin vacilación, lanza varios virotes hacia el objetivo con una perfecta línea recta creando un fino *SHIIIIIIIIIIIU* mientras corta el viento.

¡El hombre no solo detuvo los virotes, si no que lo hizo de la forma más rara posible! Creó algo parecido a un muro mientras movía majestuosamente su espada. Ese muro desfragmentó las flechas lanzadas por la pequeña ballesta, en el fondo me alegro de ello ya que estas en concreto tenían un potente veneno.

Crea dos muros más en sus laterales y camina hacia atrás, ¡va a retirarse-! No, espera, está dirigiéndose hacia los caballeros de bajo rango que entrenaban fuera.... ¡Hay que detenerle!

Empiezo a correr, Leopold-sama intentó detenerme pero fui más rápida y salté. Oigo la voz de Moku-san y de Alaya-chan diciéndome algo, pero los ignoro y saco mis dagas cuando oigo llantos al otro lado del combate. Los muros se empiezan a deshacer, por lo que cruzo sin prisas, de golpe, el objetivo se da cuenta de que estoy cerca y se gira. ¡La batalla empieza ahora!

¡Oyaho~!

¡Oraoraoraoraoraora~! ¡Un día nuevo, un capítulo nuevo! Este capítulo ha sido más largo que los otros flashes, por eso ha salido un poco más tarde, ¡pero sigue dentro del día~! ¡Disfrutad de un capítulo a dos partes que se ha quedado en una por ser un POV en el mismo tiempo contínuo!

Técnicamente iba a continuar, pero no me cuadra con el nombre del Acto siguiente, así que lo dejo aquí. ¡Disfrutadlo, le puse más enfasi en la descripción GENERAL, GLOBAL y de PERSONAJE. Me hago automáticamente fan de Moku-san, ¡¿Mujeres gato?! ¡Mi debilidad!

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